Charola do Convento de Cristo de Tomar
La
Orden Militar del Templo, aparece Portugal en entorno de 1128 se hizo con el
control de Tomar en 1159 estableciendo la casa madre en el recién construido castillo de Tomar.
Los
templarios, monjes guerreros regidos por la regla de espÃritu austero de San
Bernardo, y poseedores de amplios bienes, tuvieron un importante papel en el
desarrollo de la arquitectura militar asà como también de la construcción
religiosa de planta central.
En
el contexto europeo de la arquitectura medieval de la Orden del Templo, la
primitiva capilla pastoral del Convento de Cristo en Tomar, ocupa, sin ninguna
duda, un lugar relevante, debido a su excelente estado de conservación, y sobre
todo a las soluciones de su recogido y alto plano circular asà como a sus
sugestiva espacialidad interior.
El
templo, concebido como oratório privado de los caballeros, consta de una reducida nave circular en torno de un pequeño simbólico
centro octogonal, sustentado por sus fuertes pilares, con un altas aberturas a cada uno de sus lados, y rematado en una cúpula celeste debajo de la cual se
encuentra el altar.
La
nave circundante está cubierta por una bóveda de cañón, con 16 arcos
torales que se adaptan a los ángulos de otros tantos paños forman la pared
poligonal exterior.
Del
lado de afuera, estrechos contrafuertes, colocados en los ángulos de los paños
ayudan a equilibrar la construcción.
Sobre el lacrimal, se ve una platabanda de almenas, lo cual significa que el templo pertenece a una señorÃa, esto es, a
los templarios.
La puerta original se abrÃa hacia oriente, la actual es producto de las obras de ampliación de la iglesia por el rey dom Manuel I en el siglo XV.
Como fácilmente se reconoce, la construcción de este edificio
hay dos fases distintas.
El
octógono central fue levantado todavÃa durante la vida del gran maestre de la
orden, Gualdim Pais, que falleció en 1195.
Los elementos son estilÃsticamente románicos, están
en la secuencia del arte de la catedral de CoÃmbra.Por ejemplo, uno de los capiteles muestra
a Daniel en la cueva de los leones.
La segunda fase de las obras más visibles ya
la nave circular ya del estilo gótico serÃa del siglo XIII.
La Charola
de Tomar, tanto por su forma arquitectónica como por su configuración
defensiva, tiene un indiscutible carga simbólica.
El
Santo Sepulcro de Jerusalén a la sombra, del cual nació esta orden, tenÃa planta central, era uno de sus emblemas y una de las marcas
constantes en sus sellos.
La girola de Tomar es un ejemplo dentro del grupo de edificios románicos, que
pretendieron imitar el Santo Sepulcro. 
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